Hemos decidido pasar la noche de Sant Joan en la Casa Vella del Pantà, bueno al ladito, para poder ver la puesta y la salida del Sol y ver que tal se está por aquí. Nos acompaña nuestra amiga Magda y su perrita Puka.
Así que allá a las 19 horas bajamos a la casa a montar las tiendas, escogimos uno de los que creemos serán los puntos más agradables del jardín. Al lado de un eucaliptus enorme y mirando hacia el pantano.
Para cenar hay barbacoa